Adicción al trabajo

En el mundo actual los comportamientos adictivos son cada vez más un problema. La adicción al trabajo es uno de estos comportamientos adictivos que se generan debido al ambiente altamente competitivo en algunas empresas. ¿Eres adicto al trabajo?

En la cultura en la que nos hayamos inmersos hoy día es muy común que, a lo largo de la vida, un individuo desarrolle algunos comportamientos adictivos. Esto se debe a que la naturaleza del ser humano es huir de las sensaciones de dolor y buscar repetir las sensaciones placenteras. Nadie quiere sufrir y nuestro cerebro busca aquello que nos da algún estímulo gratificante. Cuando perdemos el control racional sobre la forma en que obtenemos esos estímulos nos encontramos con las adicciones.

En las empresas el ambiente altamente competitivo puede generar temor entre los empleados. Estos al no sentirse seguros, activan patrones de conducta para llenar esa inseguridad, buscando ganar méritos entre los jefes y compañeros. La realidad es que trabajar más tiempo no necesariamente te convierte en una persona más productiva y creativa. Y al no tener la habilidad para relajarse ni realizar otras actividades la obsesión en el trabajo se puede convertir en destructiva.

Señales de que podemos tener adicción al trabajo:

¿Puedes dejar de pensar en el trabajo?

Una señal clara de que somos adictos al trabajo es cuando no podemos dejar de pensar en él. Todas las conversaciones que mantienes tienen que ver con tu ejercicio profesional y solamente disfrutas hablando del trabajo. Después de llegar a casa, sigues repasando una y otra vez los problemas laborales. Si existe esta imposibilidad de desconectarse y liberar estrés, posiblemente estemos experimentando una adicción al trabajo.

Nuestro subconsciente detesta el cambio, tan solo con sugerirlo podría comenzar un conflicto de intereses en nuestro interior. Por eso, uno de los mecanismos de defensa que utiliza es mantener el problema oculto. No adquirir la responsabilidad propia para hacerse cargo del problema es una forma de no tener conflicto. Frecuentemente no admitimos que existe un problema en el principio, pues así no debemos buscar como solucionar algo que simplemente no es cierto.

Hacerse plenamente consciente del problema, nuestra responsabilidad y sus consecuencias es el primer paso para solucionarlo.

¿Puedes rechazar algún trabajo?

¿Desde hace cuánto tiempo postergas las vacaciones familiares? ¿O te saltas las actividades importantes de las vidas de tus seres queridos? Con todo y que tenemos las manos llenas y los calendarios totalmente copados, no podemos rechazar propuestas laborales. Y tampoco sabemos delegar porque tenemos que hacerlo todo por nuestra cuenta. Estos son signos comunes de la adicción el trabajo, especialmente la necesidad de hacerlo y supervisar cada paso del proceso.

Se trata de otra estrategia para evadir la responsabilidad. Si no tengo tiempo para detenerme a pensar, voy a seguir por el mismo camino. El deterioro de las relaciones interpersonales, la incapacidad de experimentar bienestar, no hacer ejercicio ni poder descansar plenamente serán las consecuencias de este tipo de comportamiento. Y nos avocarán aún más a nuestra adicción al trabajo como único camino posible.

¿No dispones de tiempo?

Todos tenemos la misma cantidad de tiempo al día. La forma en que la aprovechamos y las actividades que priorizamos son una elección personal. Los adictos al trabajo hacen la elección todos los días de priorizar el trabajo por encima de cualquier otra actividad. Y al no dedicarle una parte de su tiempo a los seres queridos y aceptar cada vez más responsabilidades, menos tiempo le queda para disfrutar la vida.

Consecuencias de la adicción al trabajo

Las personas que padecen adicción al trabajo pueden sufrir depresión, ansiedad, estrés, problemas en las relaciones interpersonales, aislamiento de la sociedad.

Son problemas gravísimos. Parece que estemos hablando de una adicción a una sustancia o droga. Esto es porque todas las adicciones tienen consecuencias parecidas. Uno de los primeros efectos negativos es que el adicto nota la pérdida de control sobre la actividad. Se siente un deseo intenso de concretar el acto que causa placer. El síndrome de abstinencia se manifiesta en irritabilidad y malestar ante la imposibilidad de concretar la conducta.

También se sentirá la necesidad de aumentar la frecuencia de la actividad para conseguir el mismo efecto placentero inicial. Las consecuencias negativas suelen ser advertidas por personas allegadas, pero como mecanismo de defensa la persona adicta niega el problema.

Tratamiento a la adicción al trabajo

Existen muchos tratamientos a la hora de abordar un problema de adicción como este. El primer paso ha de ser, y esto en cualquier tipo de adicción, reconocerlo. Las personas no reciben ayudan a menos que ellos decidan cambiar. Y para esto deben hacerse plenamente conscientes de que se tiene un problema, que no es un problema que lo sufren todos los seres humanos, y es una experiencia particular. Y que es posible cambiar.

Debemos buscar ayuda profesional que nos ayude a comprendernos mejor y a superar nuestra adicción. Pero también que nos ayude a entender porqué hemos caído en ella. Y así evitar que se vuelva a repetir este tipo de conductas. Detectarlas en cuanto empiezan a surgir nos ayudará a afrontarlas con rapidez y evitar volver a caer en ellas.

¿Qué significa esto de ser consciente?

Ser consciente es una elección en la forma en que decidimos vivir nuestras vidas. Una revisión consciente del porqué tomamos algunas decisiones.
Si soy consciente de que sufro una adicción al empleo, ya no la niego. Entonces me hago cargo del problema y puedo elegir qué hacer con él. El lado opuesto o ser inconsciente sería negar la existencia de este problema y utilizar cualquier mecanismo de defensa para seguir escondiéndolo. Cuando finalmente lo aceptamos como una conducta que nos trae consecuencias negativas, podemos empezar a modificarlo. Sin ser plenamente consciente de lo que estoy haciendo no puedo modificarlo. Ni buscar ayuda para superarlo.

Mindfulness

Una de las terapias de moda, y que puede ayudar a superar cualquier tipo de adicción es el mindfulness y la meditación. Mindfulness no tiene una traducción literal al idioma español. Significa mente plena, se puede traducir como estar plenamente presente. Se basa en realizar las actividades diarias estando plenamente presente con cuerpo y mente. Es decir si estoy lavando la vajilla, mi mente y mi cuerpo están lavando las vajilla. Sin permitir que la mente divague en fantasías. Solamente respiro profundamente con un ritmo tranquilo y me concentro en el hecho que estoy realizando.

El mindfulness también incluye el no juzgar el momento, y aceptarlo como es. Aceptar las cosas tal cual se presentan en este momento. Esto puede sonar conformista. Pero no significa que me guste esta realidad, más bien acepto que las condiciones de mi vida ahora son estas, las acepto y estoy dispuesto a transformarlas. El no juzgar es un ejercicio muy poderoso para salir de adicciones. Te permite salir de la rutina de sobre juzgarte a ti mismo y sentirte mal por la forma en que te percibes.

Meditar

Meditar es otra actividad que nos puede ayudar mucho y que está muy relacionada también con el Mindfulness. Meditar aunque sea unos 5 minutos al día, te va a permitir obtener la relajación necesaria para cambiar tu vida. Y salir finalmente de las adicciones. Cuando colocamos arena en un vaso de cristal y lo removemos, lo único que veremos es el agua de color marrón, agua mezclada con arena. Pero si dejamos reposar el material durante unas horas el agua se volverá cristalina. Así es la mente, la meditación te permitirá ver claramente.